Provocar a Aries no es algo que muchos se atrevan a hacer, pues su intensidad puede llevarlo a expresarse con palabras fuertes e hirientes. Sin embargo, su carácter reflexivo lo lleva a reconocer sus errores y a disculparse cuando sabe que se ha excedido. Su capacidad para pedir perdón refleja la dualidad de su carácter: pasión desbordante y un sentido de justicia que lo empuja a rectificar. Esto lo hace una persona con emociones intensas, pero también con un gran corazón.
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