Con ciertas personas o en situaciones específicas, Sagitario puede convertirse en un signo peligroso. Cuando su paciencia se agota, su temperamento puede explotar rápidamente. Su ira, cuando se despierta, es intensa y difícil de detener, y las consecuencias de un arrebato emocional pueden ser significativas. Debido a su naturaleza impulsiva, no siempre reflexiona antes de actuar, lo que puede llevarlo a situaciones conflictivas. Es fundamental no provocar a Sagitario, ya que una vez que ha alcanzado su límite, su reacción puede ser desproporcionada y dejar huella.
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